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El voto militar


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México, 6 de junio (Milenio Diario).- Desde que los candidatos de los cuatro partidos arrancaron sus campañas, el Ejército fue usado por ellos como bandera electoral.

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El regresar a los soldados a los cuarteles se había convertido en un instrumento político usado para conseguir votos de la sociedad.

Incluso desde los primeros escarceos de Enrique Peña Nieto por alcanzar la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI), incluyó en sus discursos la disposición de regresar a los soldados a sus cuarteles, siguiendo la línea presidencial de que se requería primero contar con policías confiables.

De ahí en adelante, el tema del Ejército en las calles fue recurrente y adoptado por los demás candidatos, como Josefina Vázquez Mota, del Partido Acción Nacional (PAN), quien fue la siguiente en insistir en que los soldados deberían regresar a sus cuarteles, no obstante que sus allegados pregonaban la amistad de la señora con altos jefes militares, incluso como el secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván.

Poco antes de ser elegida como candidata de Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota insistió en el tema, logrando que una parte de los panistas la convenciera de que México estaba listo para ser gobernado por una mujer. Quien no está preparado es el Ejército para ser comandado por una mujer que poco o nada sabe de las fuerzas armadas.

Sin embargo, fue Enrique Peña Nieto quien al darse cuenta de que los militares le darían un millón de votos por su efecto multiplicador, en el programa televisivo Tercer Grado, al preguntársele sobre quienes ocuparían los puestos de su gobierno, se negó a decir nombres de sus posibles colaboradores, aunque dijo que los soldados y los marinos estarían comandados por un militar y un marino, esto de llegar a ocupar la Presidencia de la República.

Y más aún, en una de sus etapas de campaña, en Gómez Palacio, sostuvo que es indispensable reestructurar la estrategia que el presidente Felipe Calderón ha planteado contra la delincuencia organizada.

Es fundamental aprovechar los 40 mil elementos del Ejército que están en las calles para apoyar a las policías municipales, sobre todo en poblaciones menores de 20 mil habitantes, donde la policía es inexistente o ha sido tomada por el crimen organizado.

Poco tiempo le queda a Felipe Calderón y se dan frecuentes lanzamientos de rumores, conjeturas y especulaciones. Y peor aún, actos como el arraigo de tres generales y un teniente coronel, quienes hasta hoy no han sido acusados formalmente.

Una de las conjeturas es que el alto mando y el Ejecutivo no pasan por un buen momento. Fue notorio que el general Guillermo Galván Galván no acudiera a la ceremonia del Día de la Marina el pasado día primero, donde tuvo elogios abiertos el almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza.

“En el frente de la seguridad, la Marina-Armada de México, concretamente, ha jugado un papel trascendental, ha reclamado para el deber y el compromiso de defender y proteger a la nación”. En lugar del secretario de la Defensa Nacional, el subsecretario Carlos Demetrio Gaytán Ochoa acudió a la ceremonia.

En otro acto, el Presidente ponderó a la Policía Federal.

Las fuerzas armadas no andan por los suelos, las tratan de poner por los suelos, que es diferente. Cada vez se profundiza la brecha entre militares y civiles por causa de la subordinación de las visiones entre los intereses de la patria y su soberanía, que deben defender los militares, y los intereses del mercado a los que responden los políticos civiles, y tratan de subordinarlos dando a los militares el mismo trato que de policías.

El presidente Calderón enfatizó en que “más que quejarnos por la tempestad que hemos enfrentado, desde luego hay una certeza de conciencia de que se ha actuado con firmeza, manteniendo el rumbo y precisamente porque ha sido una travesía en medio de la tormenta, el mantener el rumbo sé que nos llevará a buen puerto como nación, así seguiremos hasta el último día de mi mandato”.

Ante los últimos acontecimientos, como el arraigo de los cuatro militares, todo esto ha quedado consolidado, pero hay una pregunta que priva en la comunidad de militares retirados: ¿quién ataca a las fuerzas armadas y quién las defiende?

De imaginaria

La encuesta publicada por el sitio www.fuerzas-armadas.com para encontrar las preferencias de los próximos titulares de las Secretaría de la Defensa Nacional y Marina Armada de México van como sigue: Defensa: Luis Arturo Oliver Cen, Salvador Cienfuegos Zepeda, Carlos Demetrio Gaytán Ochoa y Augusto Moisés García Ochoa. Marina: José Santiago Valdez Álvarez, Jorge H. Pastor Gómez, Guillermo Colina Torres y Carlos Federico Quinto Guillén.

Javier Ibarrola

Fuerzas Armadas

Opinión

Milenio Diario

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