Heroico Colegio Militar, sinónimo de lealtad

CXC Aniversario del H. Colegio Militar. Foto: Angel SilvaMéxico, 12 de octubre.- En nuestro país el primer antecedente de una escuela militar, lo tenemos en el reglamento para la artillería de la Nueva España, que data de 1765, donde se ordena establecer “para la instrucción de oficiales y tropas de este cuerpo, una escuela práctica de artillería en Veracruz y otra en México según el método que se sigue en España”, orden que queda en proyecto sin llegar a su realización.

Hasta finales del siglo XVIII, de acuerdo con la política seguida por el gobierno peninsular, en el virreinato de la Nueva España no se permitía a los criollos y mestizos ocupar puestos de oficiales, incluyendo las altas jerarquías en el Ejército, mucho menos se permitía que los jovenes mestizos sirvieran dentro del Ejército, en la clase de “cadetes”, categoría asignada a los aspirantes a oficiales. Este término de igual manera se aplicó en México para designar al personal en instrucción que deseara ser a la larga oficial. Al ingresar a las Fuerzas Militares la educación comenzaba de una forma poco homogénea ya que a los cadetes se les educaba en su lugar de procedencia o en su caso en donde se encontrasen, tampoco existía unidad en cuanto a conocimientos, es decir de doctrina militar.

Estas razones fueron la base para que el Brigadier español Diego García Conde propusiera en 1817 al gobierno virreinal, la creación de una escuela para que los cadetes recibieran una enseñanza uniforme de todos los conocimientos necesarios a la profesión de las armas. La idea y propuesta comienza a cristalizarse a la par que el movimiento de Independencia mexicano se consumaba; García Conde fue nombrado Director General del Cuerpo de Ingenieros y de inmediato propuso se creara un Colegio Militar para formar oficiales para todas las armas del Ejército.

En febrero de 1822, siendo Emperador Don Agustín de Iturbide, la Academia finalmente quedó instalada en forma provisional en el edificio que antes ocupara el tribunal de la Santa Inquisición y como primer director el General Brigadier Don Diego Garcia Conde, quién con su empeño y perseverancia lo hizo subsistir aunque de manera efímera.

El primer nombre que recibió dicha escuela fue “Academia de Cadetes”; las materias del plan de estudios fueron: dibujo, matemáticas, cálculo infinitesimal y adiestramiento. La primera antigüedad se compuso de 16 alumnos de una compañía original de 80.

 

Castillo de San Carlos de Perote, Veracruz (1823-1828)

En septiembre de 1823, el último reducto de la guarnición española se fortificó en San Juan de Ulúa, por lo cual el General Guadalupe Victoria, ordenó el asedio a la plaza y al comprender este, que la espera sería larga y difícil, propuso al Gobierno General que reuniera a todos los cadetes que hubiera en los Cuerpos del Ejército y los enviara al Castillo de San Carlos de Perote para que recibieran ahí su educación militar, por lo que el 11 de octubre de 1823, el General José Joaquín Herrera, Ministro de Guerra y Marina, expidió un decreto creando el Colegio Militar y ordenó su traslado del edificio de la ex-inquisición a la fortaleza de San Carlos de Perote, al que se le llamó Colegio Militar de Perote, dependiente de la Comandancia General de Veracruz. La participación de los alumnos del Colegio Militar en 1828, cuando el General Antonio López de Santa Ana se levanta en armas en contra de la Legitima Elección como Presidente de la República el General Manuel Gómez Pedraza, pronunciamiento que llevo a los cadetes de este Colegio a que se pusieran al servicio del Gobierno Legalmente constituido, combatiendo contra las columnas rebeldes durante el denominado “Motín de la Acordada”.

El Colegio se trasladó en el año de 1829 a la capital, instalándose en el antiguo Convento de Bethlemitas pero como resultaba ser inadecuado, se pasaría en 1837 al edificio del “Convento de las Recogidas”, edificio que se localizaba en la calle de Cacahuatal, actualmente calle Escuela Médico Militar, entre las avenidas Pino Suárez y Fray Servando Teresa de Mier, donde permaneció hasta 1841, sitio en el cual viviría su primer hecho de armas.

Fue la madrugada del 15 de Julio de 1840, en que el Primer mandatario General de División Anastacio Bustamante, quedara prisionero a raíz de la asonada del General de Brigada José Urrea quién se pronunciaba en contra del gobierno central, produciéndose un combate en el Edificio de la Ciudadela cercano al de las Recogidas, donde los cadetes combatieron a los insurrectos, en la jornada del 15 al 26 de julio de 1840, pereciendo en el primer encuentro el cadete Juan Rico la noche del 15 al 16 de julio; este cadete contaba tan sólo con 15 años de edad.

Los alumnos permanecieron en la Ciudadela, durante los 12 días que duraron las acciones, cumpliendo con exactitud sus deberes, por lo que se hicieron acreedores a una condecoración entregada por el propio Presidente General de División, Don Anastacio Bustamante.

Se pensó en un nuevo cambio de instalaciones, ya que anteriormente el General Manuel Gómez Pedraza (1832) había declarado: “En esta clase de escuela no cabe la medianía, es preciso, aspirar a la perfección, cerca de la capital, hay un edificio, cuyo local convida para erigir un Liceo… que dé honor a la nación…”, Gómez Pedraza se refería al alcázar de Chapultepec, a donde fue trasladada la institución.

 

El Colegio Militar ante la intervención norteamericana

El alcázar de Chapultepec albergó a partir de 1842 y con algunos breves lapsos de interrupción al Colegio Militar.

En 1843 únicamente, el escudo estuvo formado por una granada como la de artillería.

Chapultepec sería testigo y escenario de la gesta más significativa y patrioa que habían vivido los jovenes cadetes mexicanos, hasta esos momentos.

Con el pretexto, en apariencia de la falta de claridad para fijar limites de las fronteras México-norteamericana, los Estados Unidos de América decidieron la intervención armada. La invasión a nuestro país comenzó en el mes de marzo de 1846.

En septiembre de 1847, los norteamericanos habían llegado al Valle de México.

La única defensa que quedaba en esos días era el Cerro de Chapultepec, sede del Colegio Militar, al mando de General de División, Don Nicolás Bravo con 823 defensores y unos cuantos Cadetes se organizó la defensa. El General José Mariano Monterde, Director del Colegio Militar, dirigió la construcción de las fortificaciones de Chapultepec y de la Línea de Tacubaya y fue nombrado Jefe de la “Línea de Defensa de Chapultepec a Mexicalcingo”. Los jovenes cadetes (sus edades oscilaban entre 16 y 18 años) conscientes de su deber al igual que el resto del Ejército, se aprestaron a defender los intereses de la patria. Después de la caída de “Molino del Rey” el 8 de septiembre de 1847, el General norteamericano Winfied Scott fijo su objetivo en el asalto al Alcázar de Chapultepec, que se llevó a cabo el día 13 del mismo mes. El Colegio Militar soportó durante 14 horas el bombardeo norteamericano y le hicieron frente a 7,000 invasores.

El General de León Toral investigador histórico, exalta la actitud tomada por los cadetes: “… los alumnos… animados de una ira sagrada, se batieron con desesperación y defendieron salón por salón, esquina por esquina y rincón por rincón su amado Colegio.

Silencioso y semidestruido quedó el edificio del Colegio Militar en Chapultepec. Los sobrevivientes, quedando en calidad de prisioneros de guerra, se quedaron en la Ciudad de México con la condición de no salir de ella. Al término de la invasión norteamericana, los cadetes fueron instalados nuevamente en el Cuartel General del Rastro, parte Sur del edificio de Las Recogidas, el 1 de julio de 1848, hasta el 1 de agosto de 1849 en que pasó otra vez al Colegio Militar al Alcázar de Chapultepec.

En 1860, al término de la Guerra de los Tres Años y siendo vencido el Ejército y el Gobierno Conservador, el 27 de diciembre se expidió un decreto que eliminó al Ejército que existía desde 1821 y con él desapareció el Colegio Militar, pero en 1861 otro decreto del Gobierno Liberal permitió el regreso a las instalaciones del Colegio al Alcázar de Chapultepec; esta estancia duró hasta el 23 de mayo de 1863 a consecuencia de la intervención francesa en México.

En 1867, el Presidente Benito Juárez  reorganizaría el Colegio Militar estableciéndose en el Cuartel Arista, ubicado en el ángulo Noroeste de Palacio Nacional (puerta Mariana) y poco más tarde se alojó en el ex convento de Santa Catalina de Sena (esquina de las actuales calles de San Idelfonso y Argentina) donde tuvo su inauguración oficial, estableciéndose después en el edificio del ex arzobispado de Tacubaya (22 de enero de 1867), para quedarse ahí hasta principios de 1882 durante el Gobierno de el General Manuel González en que volvería a Chapultepec y volverse a llamar Colegio Militar, para ahí salir nuevamente en julio de 1913.

El 1 de abril de 1879, en su reglamento se ordenó que el escudo fuera constituido con dos cañones cruzados, un cestón sobre ellos en el centro rematando en la parte superior una antorcha con siete rayos.

Los rayos del escudo fueron modificados en el reglamento de uniformes de 1884, diseño que se ha mantenido hasta nuestros días.

 

Evolución del Colegio Militar

En 1880 se hizo cargo de la dirección del plantel, el General Sóstenes Rocha, uno de los militares de gran preparación y de más prestigio de aquella época. Gracias a las gestiones de este distinguido militar, a principios de 1882 el plantel regresó a ocupar su antiguo edificio ubicado en Chapultepec.

El 13 de junio de 1883, el General Rocha fue sustituido en la dirección del Colegio por el General graduado Coronel de Artillería Francisco de Paula Méndez y después se nombró interinamente el 25 de enero de 1884, al Teniente Coronel de Ingenieros Juan Villegas, quien permaneció largos años al frente de esta noble institución; salvo algunos intervalos en que ocupó la dirección el General Joaquín Beltrán.

Durante estos años y bajo la sabia y atinada dirección de los Generales Rocha y Villegas, el Colegio se transformó tanto en lo material como en lo académico. Grandes e importantes obras materiales modificaron al antiguo Colegio, hasta convertirlo en un local adecuado a sus necesidades. A mediados de1883, se recibió del extranjero mobiliario completo y apropiado, para las clases y dormitorios.

En abril de 1883, se puso en vigor el plan de estudios del Colegio, dado a conocer por la Secretaría de Guerra y Marina el 22 de febrero de ese año, introduciendo nuevas materias, como cálculo diferencial e integral que se ordenó se cursara como materia separada. Se fundaron las clases de artillería naval y torpedos, mecánica aplicada, teoría del movimiento de bajeles, de vientos y corrientes, nomenclatura de término náutico y dibujos de máquinas y arquitectónico, pues debemos recordar que en esos años también se preparaban en el Colegio Militar a los Oficiales de la Armada.

 

El Heroico Colegio Militar contemporáneo

Durante la Decena Trágica escenificada en la Ciudad de México en febrero de 1913, los alumnos del Colegio Militar acompañaron al Presidente Francisco I. Madero, del alcázar del Castillo de Chapultepec hasta el Palacio Nacional, dando un ejemplo más de lealtad del plantel a las Instituciones legalmente constituidas.

El Colegio Militar se compuso de Dirección General, Escuelas de Infantería, Caballería, Administración Militar, Ingenieros Militares, Artillería y Estado Mayor y se estableció en el edificio construido para la Escuela Normal para Maestros, situado en San Jacinto, Tacuba, D.F.

 

San Jacinto, Tacuba, D.F. (1916-1919)

En años posteriores se incluyeron clases de inglés, se fundó la clase de telegrafía práctica, dividiéndose en dos años el curso de estereografía, caminos, canales y ferrocarriles. También se estudiaban en una sola cátedra dos materias, optándose porque fuera un profesor, quien diera cada una de ellas, y se aumentara el número de profesores titulares. Esta situación se reflejó en la admisión de alumnos que llegó a duplicarse.

En las clases de Infantería y Artillería, las prácticas diversas se efectuaban con los cadetes del Colegio; sin embargo los alumnos de Artillería, a fin del año escolar, visitaban los establecimientos del arma y todos ellos efectuaban maniobras y ejercicios de tiro intercalándose entre las tropas del Ejército. La duración de los estudios para servir en las distintas armas del Ejército, se estableció para la Infantería y Caballería en cuatro años; para la Artillería técnica, para Ingenieros y Estado Mayor siete años, incluyendo un curso preparatorio para todas las carreras.

Para principios de siglo, el Colegio Militar disfrutaba de un gran prestigio, además de distinguirse por su orden y moralidad; gozaba de justo reconocimiento por la rectitud y distinción que caracterizaba a sus hijos.

Bajo la dirección del General Villegas, los laboratorios del plantel fueron dotados de material e instrumental de primera calidad, la biblioteca se enriqueció con valiosas obras; se emprendieron gran número de obras materiales; se estableció la costumbre de realizar las prácticas o maniobras de fin de año, en la que los alumnos practicaban regularmente el servicio en campaña que había aprendido teóricamente en el plantel.

Por iniciativa del General de Brigada Francisco l. Urquizo, el Presidente Venustiano Carranza, con fecha 1 de enero de 1920, decretó el restablecimiento del Colegio Militar en el edificio situado entre las calles de Felipe Carrillo Puerto, Ferrocarril de Cuernavaca y Calzada México–Tacuba, resolviéndose en forma definitiva el problema de la formación de oficiales subalternos para todas las armas, nombrándose Director al Ingeniero Angel Vallejo, a quien se le reconoció el grado de General Brigadier que había ostentado en el extinto Ejército Federal.

 

Colegio de Popotla, Tacuba, D. F. (1920-1976)

En 1920, apenas se estaba encauzando la vida del Colegio Militar cuando hubo necesidad de interrumpir las clases para escoltar al Presidente Carranza, quien a causa de la división de una gran parte del Ejército y ante la presión de sus enemigos, se vio precisado a trasladar los poderes a la ciudad y puerto de Veracruz, lo que constituyó una nueva oportunidad al Colegio Militar para que pusiera de relieve su indiscutible lealtad al gobierno de la República. Esta escolta integrada por tropas leales y el Colegio Militar, tuvo numerosos encuentros contra gente sublevada acaudillada por revolucionarios como los Generales Jesús Guajardo, Rosendo Márquez, Guadalupe Sánchez y otros; muriendo en Aljibes el cadete Ignacio L. Barba.

El conjunto de todos estos importantes acontecimientos, dieron como resultado que el 29 de diciembre de 1949, se expidiera un decreto firmado por el Presidente de la República, Licenciado Miguel Alemán Valdés, ordenando que se antepusiera al nombre del Colegio Militar la palabra “Heroico”, como un justo reconocimiento a las muestras de valor y servicio ofrecidos a la patria durante su historia. Siendo para entonces director del plantel el General de Brigada Rafael Ávila Camacho.

 

Decreto

….”Miguel Alemán Valdés Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a sus habitantes sabed: Que el H. Congreso de la Unión, se ha servido dirigirme el siguiente decreto. ” El congreso de los Estados Unidos Mexicanos, decreta: Articulo Unico; se declaran Heroicos el Colegio Militar y la Escuela Naval de Veracruz, por las hazañas de sus alumnos en defensa de la patria el 13 de septiembre de 1847 y el 21 de abril de 1914, en consecuencia, esos planteles de educación se denominarán en lo sucesivo: Heroico Colegio Militar y Heroica Escuela Naval de Veracruz.
Francisco Hernández y Hernández D.P. Edmundo Gamez Orozco.-S.P. José I. Aguilar JR. – D.S. Alfonso Corona del Rosal S.S. Rúbricas.

En cumplimiento a lo dispuesto por la Fracción I del Artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y para su debida publicación y observancia expido el presente decreto en la residencia del Poder Ejecutivo Federal, en la Ciudad de México, Distrito Federal, a los veintinueve días del mes de diciembre de mil novecientos cuarenta y nueve. Miguel Alemán Valdés. Rubrica. El Secretario de Gobernación Adolfo Ruiz Cortinez. Rúbrica”.

El Presidente de la República Licenciado Miguel Alemán Valdés, entrega al Colegio Militar nueva bandera con el título de “Heroico”.

En 1947 fue compuesta la “Marcha del Colegio Militar de México” con motivo del centenario de la gesta heroica de Chapultepec; el autor de la letra y la música fue el Teniente Escribiente José Sotero Ortiz Sánchez.

El 27 de noviembre de 1952 se trasladaron los restos de los Niños Héroes al monumento que se erigió en el Bosque de Chapultepec “A los defensores de la patria en los años de 1846-1847”.

Por decreto del 27 de noviembre de 1958, girado por el Presidente de la República Señor Adolfo Ruíz Cortines, y desde entonces, cada 13 de septiembre se recuerda con la bandera a media asta el aniversario luctuoso de la gesta heroica de los Niños Héroes.

El 14 de septiembre 1960. se le otorga la Condecoración de “Orden de Mayo al Mérito Militar en Grado de Cruz” con gafete, por el gobierno de la República de Argentina.

En 1973, es otorgada la Condecoración por su lealtad, por el Senado de la República (en oro) .

El 8 de octubre de 1973, se efectuó en el bosque de Chapultepec la develación de las placas conmemorativas del aniversario del Heroico Colegio Militar, el citado acto se desarrollo en la Avenida “Heroico Colegio Militar” y en la Calzada “Coronel Felipe Santiago Xicotencatl”. De igual manera, se devela una placa alusiva al mencionado acontecimiento en la plaza de San Lucas, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en donde estuvo el plantel en los años de 1837 a 1841.

A esta ceremonia asistieron además de los ciudadanos Senadores de la República, representantes de quienes habían recibido la medalla de la lealtad por haber concurrido a las marchas en 1913 y 1920 respectivamente. También asistieron delegaciones de los planteles militares.

A continuación se realizó en la Honorable Cámara de Diputados, una sesión solemne en la cual, de conformidad con el decreto del 2 de octubre de 1973, publicado en el Diario Oficial del día 8 del mismo mes y año, se ordenó que fuera escrito con letras de oro y en lugar destacado del recinto, de la citada Cámara de Diputados, el nombre del Heroico Colegio Militar. Cabe señalar que en otro decreto similar de la misma fecha que el anterior, también se dispuso lo mismo para la Heroica Escuela Naval Militar.

En esta solemne ceremonia después de los honores correspondientes a la Bandera, diputados pertenecientes a los diferentes partidos políticos, expusieron un discurso y posteriormente se dio lectura a los decretos que ordenaban las inscripciones respectivas. A continuación se entonaron los Himnos del Heroico Colegio Militar y de la Heroica Escuela Naval Militar; el Presidente de la Cámara de Diputados les entregó a los Directores de ambos planteles el pergamino con el decreto que ordenaba la inscripción de sus nombres en el recinto de la Honorable Cámara de Diputados.

El 8 de octubre, dentro de las ceremonias efectuadas con motivo del “CL” Aniversario de la Fundación del Heroico Colegio Militar, en San Andrés Totoltepec, Delegación Tlalpan, D.F. Se llevó a cabo la colocación de la primera piedra de las nuevas instalaciones del Heroico Colegio Militar, a la que asistió el Primer Mandatario de la Nación.

Durante los días 9 y 10 de octubre, arribaron al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, las delegaciones extranjeras invitadas a la magna celebración de la fundación del Heroico Colegio Militar.

 

Adiós Popotla. Bienvenido Tlalpan

Actualmente el Heroico Colegio Militar se encuentra ubicado en la Delegación Tlalpan de la Ciudad de México, el traslado e inauguración del nuevo edificio se llevó a cabo el 13 de septiembre de 1976 en que se cumplieron 153 años de la fundación de tan gloriosa institución.

En 1991 se redujo de 4 a 3 años el Curso de Formación de Oficiales y a partir de 1995, la escolaridad como requisito de ingreso se incrementa a bachillerato o su equivalente.

Los cadetes pertenecientes a la antigüedad 1998-2001, egresan con el nivel de estudios “Técnico Superior en Administración Militar (Infantería, Caballería, Arma Blindada, Administración e Intendencia), en Topografía Militar (Artillería), en Construcción (Zapadores)” y a partir de la antigüedad 1999-2002, egresarán con el nivel de estudios de “Técnico Superior Universitario en Protección Civil”, además con el grado de Subteniente.

Como podemos deducir, en tan sólo un breve relato se narra el nacimiento y la existencia del Heroico Colegio Militar, el cual ha estado lleno de anécdotas y hechos gloriosos que le dan identidad a este Colegio, al Ejército y a nuestra gran nación, construyéndose así la historia de nuestro país, y confirmando los principios y valores militares que deben ser enseñados en todo tiempo en las Escuelas y Centros de Educación Militar.

Fuente: Sedena

Redacción

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