México, 21 de mayo (La Crónica).- Queridos lectores de ATALAYA ya vemos que todos somos hermanos, algunos con uniforme, otros no. Esta hermandad la manifestamos al decir NUESTRO HIMNO:
“Mas si osare un extraño enemigo,/ profanar con su planta tu suelo,/ piensa ¡oh patria querida! que el cielo,/ un soldado en cada hijo te dio/”.
Sí, es el credo fervoroso que nos hermana a todos, uniformados o no. Y de pronto vemos que algunos hermanos de uniforme están equivocados o son hermanos malos. Porque “EL EXTRAÑO ENEMIGO” ya se ha infiltrado con ellos.
TON´S, hermanos de uniforme, desde mi admirado GENERAL GUILLERMO GALVÁN GALVÁN, hasta el recluta del último pelotón patrullando la sierra, el monte…, o la ciudad, vamos a rescatar el CREDO FERVOROSO.
Los hechos, todos lo leímos en los medios, el pasado sábado 19 de mayo, RICARDO ESCOBAR VEGA, General de División Diplomado de Estado Mayor fue presentado ante la Procuraduría General de la República, informa la Secretaría de la Defensa Nacional.
El general RICARDO era al momento Jefe de la Tercera Región Militar con base en MAZATLÁN, y también Comandante de la 24 Zona Militar en MORELOS, antes de causar baja por límite de edad.
Antes de éste, tuvimos otros hermanos uniformados malos. Repasemos alguno. El primer General consignado a la PGR en 1997, JESÚS GUTIÉRREZ REBOLLO. El mismo año, General ALFREDO NAVARRO LAM. Era el sexenio de ERNESTO ZEDILLO. En 1998 seguía el sexenio de ZEDILLO. Otro General consignado a la PGR JORGE MARTÍNEZ DE LA VEGA.
El más reciente, abril 2012, General ARTURO ACOSTA CHAPARRO, lo consigno el Consejo General de las Fuerzas Armadas por sus sospechosas acciones durante la Guerra Sucia con el Hampa. ¿Qué vamos a hacer, hermanos nuestros con el FERVOR PATRIOTICO? ¿Cómo lo podrán rescatar aquellos que lo han perdido?
No conozco ningún santo que haya sido militar. Sólo hay una, SANTA JUANA DE ARCO que rescató a FRANCIA de los ingleses.
SANTA JUANA, rescata a nuestros hermanos de uniforme antes de que se pongan el uniforme de los malos.
Carlos González Correa
Opinión
La Crónica
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