México, 18 de mayo (La Crónica).- Con cualquier desenlace que tenga la detención de tres generales por presuntos vínculos con la delincuencia organizada, las Fuerzas Armadas pierden.
Si la PGR encuentra elementos para consignar a los militares y el juez los somete a proceso penal, querrá decir que la delincuencia organizada logró penetrar en las Fuerzas Armadas hasta llegar a quien hasta el 2008 era el segundo hombre en importancia de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El general Tomás Ángeles Dauahare, uno de los detenidos, tiene una trayectoria impresionante: es egresado de la Escuela Superior de Guerra, fue director del Colegio Militar, secretario particular del general Enrique Cervantes (titular de la Sedena con Zedillo) y en la actual administración subsecretario de la Defensa.
Sería lamentable que se confirmara que un militar con estas credenciales fue cooptado por los cárteles de la droga.
Pero si la PGR o en su caso el juez no encuentran elementos para someter a proceso a Tomás Ángeles y a los otros dos generales, entonces crecerá la ola de especulaciones en el sentido de que la detención tiene tintes políticos.
En cualquier escenario se verá lesionado el prestigio que aún conservan las Fuerzas Armadas como institución.
La PGR fue la primera institución que alimentó la teoría del sesgo político.
En un comunicado emitido el pasado miércoles, la PGR aclaró, sin que nadie se lo pidiera, que la presentación de los militares no tiene “connotaciones políticas”.
Si la PGR emitió esa aclaración, es que algo hay, pues, como dice el refrán, a explicación no pedida, responsabilidad manifiesta.
En realidad, las Fuerzas Armadas nunca han estado del todo alejadas de la política.
Durante la época de partido casi único, el PRI siempre otorgó a las Fuerzas Armadas una cuota en el Congreso de la Unión.
Generales encabezaban las comisiones de Defensa de las dos cámaras y eventualmente almirantes hacían lo propio con las comisiones de Marina.
Se daba por sentado entonces que, al igual que los gobernadores, todos los militares de alto rango eran del PRI.
La tradición de que el partido en el poder hiciera legisladores a los militares de alto rango se rompió en el año 2000, cuando el PAN ganó la Presidencia de la República.
Ante la falta de interés del PAN por ceder espacios en el Congreso a integrantes de las Fuerzas Armadas, el PRI retomó la tradición. En el 2006 hizo diputado al general Roberto Badillo y en el 2009 al coronel Miguel Álvarez Santamaría.
En la próxima legislatura, el PRI llevará a San Lázaro al almirante Raúl Galván Villanueva, ex subsecretario de Marina, y al general de brigada Raúl Macías Sandoval.
Al PRI no le es indiferente la detención del ex subsecretario de la Defensa, Tomás Ángeles Dauahare.
La secretaria general del PRI, Cristina Díaz, informó que su partido analizó la situación, pero se guardará su opinión.
Tomás Ángeles había tenido acercamientos con el PRD y con el PRI, a grado tal que el pasado 9 de mayo participó en un foro sobre seguridad organizado por la Fundación Colosio.
¿Su detención obedecerá a una disputa política en la víspera de la sucesión y enmarcada en la guerra electoral que sostienen el PRI y el PAN?
Mientras al PRI se ocupa de analizar en privado su detención, la candidata panista, Josefina Vázquez Mota, reivindica “la lealtad” de las Fuerzas Armadas.
La PGR está obligada a conducirse con absoluta pulcritud en el desahogo de este caso, para que se despejen las dudas y terminen las especulaciones.
OFF THE RECORD
**RIESGO EN COMICIOS
El IFE detectó 9 mil 311 secciones “de atención especial”, en donde podría haber complicaciones para instalar casillas electorales el próximo 1 de julio.
Algunos medios y algunos periodistas han magnificado la situación, que en realidad no es tan grave como parece.
En las elecciones federales del 2009 el IFE ubicó 7 mil 351 secciones de atención especial, solo dos mil menos que en el actual proceso.
Como ahora, la gran mayoría de las secciones presentaban riesgo por la incidencia de la delincuencia.
Por fortuna, en los comicios del 2009 no pasó nada grave.
Ojalá sea el caso del actual proceso.
**DOBLE CACHUCHA
Dicen los que saben que Peter Bauer, representante de la agencia de relaciones públicas Estrategia Total, porta dos cachuchas.
Ante algunas autoridades del sector telecomunicaciones se presenta como abogado del Grupo Salinas y al mismo tiempo asesora y defiende a Telmex, de Grupo Carso.
Ambos gigantes de las telecomunicaciones están peleados a muerte, pero Bauer se da el lujo de decir que tiene un pie en cada uno de ellos.
Los que saben aseguran que en breve Peter Bauer será demandado por uno de los dos grandes grupos.
**CARTELERA POLÍTICA
La película de la semana es: Los Condenados (2009), el director Isaky Lacuesta.
Sinopsis: tres hombres son condenados a muerte por violar las leyes de un país un tanto ajeno. El desenlace es impredecible, quizá no sea todo lo que parecía.
Los protagonistas son los hermanos González Villarreal, condenados a muerte en Malasia por tráfico de drogas.
El gobierno mexicano poco podrá hacer por ellos, pues no puede exigir al gobierno de Malasia una flexibilidad que no ha tenido con Florence Cassez.
José Contreras
Opinión
Milenio Diario
