México, 14 de junio.- El asesinato de Javier Hernández Rodríguez, hermano del actor y cantante Pablo Montero, es una muestra más de la inseguridad que reina en Torreón, sin que las autoridades logren abatirla a pesar de un sinnúmero de pronunciamientos sobre la materia.
Tal y como lo hemos venido diciendo en “Reporte Coahuila”, una cosa es lo que las autoridades dicen y declaran en los medios y otra muy distinta lo que se vive en realidad en las calles de Torreón, donde la violencia ha alcanzado a gente de todos los niveles sociales. “No se encuentra de paso” ni “es momentánea”, es una realidad palpable que se trata de ocultar.
En el homicidio a cuchilladas de Javier Hernández, la Procuraduría General de Justicia del Estado maneja como línea de investigación el robo con violencia, toda vez que el occiso y su acompañante fueron despojados de celulares, dinero, carteras, etc.
Los hechos ocurrieron la madrugada del miércoles sobre la avenida Ocampo, entre las calles Degollado y González Ortega de la zona centro, cuando Javier estaba acompañado de una mujer de nombre Luz María Videgaray Rodarte, de 43 años de edad, quien se encuentra internada muy grave y con múltiples heridas en el rostro, espalda y brazos.
Estilista de profesión, el cuerpo del hermano de Montero fue trasladado al Servicio Médico Forense del Hospital Universitario luego de la orden girada por el agente del Ministerio Público.
El occiso presentaba múltiples heridas de arma punzocortante en diferentes partes del cuerpo, estaba tirado en la banqueta y vestía solamente un calzoncillo negro; a su lado fue localizado un cuchillo ensangrentado y el resto de su ropa fue hallada a varios metros de distancia.
La Procuraduría General de Justicia del Estado indicó que la identificación del cuerpo fue realizada por su hermano Efraín Hernández Rodríguez a las 18:30 del miércoles en las instalaciones del Servicio Médico Forense.
El hombre asesinado era homosexual y habría revelado sus preferencias sexuales desde el año 2009 y no tenía problemas para vestirse de mujer, lo que hacía desde los 14 años.
No olvidemos que Óliver Hernández, entonces de 40 años, hermano y mánager de Pablo Montero, murió en junio del 2010, primero se dijo que había sido en un accidente automovilístico, lo que cambió drásticamente cuando las autoridades determinaron que el hombre había recibido un balazo cuando conducía, en lo que al parecer se trató de un intento de asalto pues los delincuentes le dispararon en repetidas ocasiones.
Ahora, con este homicidio las estadísticas reales, las que se viven día a día en las calles de Torreón, revelan la triste realidad, la violencia en La Laguna continúa latente y sigue cobrando víctimas de todos los estratos sociales.
Reporte Coahuila
Estado Mayor
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