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México, 23 de enero (Milenio Diario).- Las fuerzas armadas fueron, hasta hace 50 años, prudentes en cuanto a su exposición mediática, ya que su desempeño en la defensa de la patria (interior y exterior) tuvo de manera natural transformaciones que las adecuaron a lo que en su momento el país necesitó. Esta prudencia era necesaria, ya que así funcionaron muy bien las cosas. Los militares se encargaban de sus asuntos y los civiles de los suyos.
Uno de los fenómenos que se crearon durante la administración pasada fue precisamente el incremento de su presencia en medios de comunicación, lo que resultó en que se desarrollaran también planes de relación con la sociedad. No fue una campaña creada por la administración de Calderón, fue una necesidad que estratégicamente desarrollaron los militares, previendo algunos negativos que por fuerza resultarían de su participación abierta en el combate a la delincuencia. Fueron las instituciones armadas quienes comenzaron a crear una cultura militar en nuestro país.
A pesar de que haya voces que insistan en la fractura entre soldados y marinos durante la última mitad del sexenio anterior, las políticas de comunicación emprendidas por la Sedena y la Semar durante el mismo fueron percibidas en general por la población como adecuadas y exitosas. Hoy, los retos que enfrentan el general brigadier DEM, Martín Terrones Calvario y el capitán de navío C.G. DEM, Jorge Víctor Vázquez Zárate, directores de comunicación social de las secretarias de la Defensa Nacional y de la Marina Armada de México,
respectivamente, son de grandes dimensiones, ya que definitivamente los institutos armados viven hoy su mejor momento para empatar en la sociedad su realidad, modernidad, capacidad, actitud y, por supuesto, su disposición a permitir que los civiles evalúen sus acciones. Lo que es seguro es que tanto Terrones como Vázquez, soportados en sus profesionales equipos de trabajo, cuentan con las mejores capacidades y habilidades para lograr que los militares de tierra, aire y mar mantengan y desarrollen niveles de imagen, mejores y mayores a los obtenidos en los últimos 20 años.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. La tendencia que busca desprestigiar a los militares y confundir a la sociedad se mantiene en medios de comunicación, formales e informales (redes sociales), y a pesar de la fortaleza de las instituciones castrenses, el ruido está ahí y habrá que reducirlo con la razón y veracidad que caracteriza a las mismas.
Centro Nacional de Inteligencia
El anuncio de la posible creación de un Centro de Inteligencia dependiente de Segob mueve a los “opinadores” a especular y a enrarecer el ambiente. Lo comparan con la CIA o con la KGB. Habrá que recordarles a ellos que esas centrales sirven para la obtención de toda la información proveniente del exterior a sus propios países.
México necesita mayor coordinación entre sus dependencias de seguridad, por lo que debe definirse primero cómo se comunicarán éstas en función de resultados para la sociedad. Las fuerzas armadas serán quienes primero aplaudan que las policías de este país trabajen de manera conjunta. Ejército y Marina Armada lo hacen y los resultados están a la vista.
Si de lo que se tiene miedo es que esta nueva oficina de inteligencia se convierta en una moderna DFS, ahí los de uniforme no tendrían absolutamente nada que ver. No son los militares los que persiguen políticos, al contrario.
Libertad inmediata
Así como un reo federal tiene autorizada una dieta diaria de 75 pesos contra los 30 de un soldado que se encuentra en campaña contra la delincuencia, también tienen menor certeza jurídica contra un testigo protegido otrora líder de uno de los cárteles más peligrosos y violentos del país. En referencia al proceso que se les sigue a los generales Ángeles Dauahare, Dawe González y otros militares, la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) aceptó que el único dicho que han “comprobado” es que los indiciados son o fueron servidores públicos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Quienes calificaron al Ejército de lo peor por este injusto caso, tendrán que buscarse otra cosa mejor que hacer.
El error de los sueldos
He insistido en este espacio la ignorancia que existe en torno a la vida profesional de un general o de un almirante. Salvador Cienfuegos y Vidal Francisco Soberón son los secretarios que mayor antigüedad tienen dentro de sus instituciones en el gabinete actual; es decir, cuánto lleva en la Secretaría del Trabajo Alfredo Navarrete Prida. A nadie le debería de extrañar lo que ganan, llevan más de 40 años de servicio a su país y a eso habría que sumar los altos niveles de preparación académica que cada uno tiene.
Anónimos
De verdad alguien cree que tanto la Defensa o la Marina tienen en sus páginas de internet información sobre sus efectivos, misma que se puede hackear por cualquier anónimo. Lo mejor de este dislate creado en redes sociales es que la respuesta de los cibernautas hacia los militares fue de total apoyo.
Se le olvidó a quien sembró esta mentira que los soldados y marinos mexicanos proceden de lo más profundo del pueblo. Y éstos no son anónimos.
Juan Ibarrola
Cadena de Mando
2 comments for “Comunicarse para servir”