México, 23 de enero (Excélsior).- El perfil que han tomado los casos del general Tomás Ángeles Dauahare, otrora subsecretario de la Defensa Nacional, y otros cinco militares encarcelados por vínculos con el narco, deja muy mal parada la procuración de justicia en la administración pasada.
La PGR reconoció ayer, en un hecho sin precedentes, que no tiene nada que corrobore los dichos de Jennifer y Mateo, los “testigos protegidos” que hundieron a los militares. Los acusaron de proteger al cártel de los Beltrán Leyva.
La hoy ex procuradora Marisela Morales —y jueces poco rigurosos— los metieron al bote basados en los testimonios de estos dos testigos estrella de la era Calderón.
El colmo. Hace apenas una semana, un tribunal de Guanajuato les confirmó el auto de formal prisión, basado en un “manseado” expediente —así lo llamó la esposa del general Ángeles, Leticia Salazar— que le entregó la SEIDO. El tribunal alegó que había “elementos suficientes” para mantenerlos encerrados.
Ángeles fue uno de los críticos de la estrategia de combate al narcotráfico en el sexenio de Calderón. Sus relaciones con el anterior secretario de la defensa, Guillermo Galván Galván, eran pésimas. Poco antes de ser detenido, el pasado 15 de mayo, el general en desgracia participó en un Foro de la Fundación Colosio en San Luis Potosí, al que asistió el entonces candidato Enrique Peña Nieto.
Eso puso tensos a algunos compañeros de armas que lo veían como un serio candidato a la Sedena. Los nerviosos se relajaron hasta que lo arraigaron.
■ Buscamos a Ricardo Sánchez, abogado del divisionario, para que nos comentara la buena noticia que recibió su cliente.
“¡Sorpresota!”, disparó con alegría el hombre, antes de que nosotros abriéramos la boca. Resumió muy coloquialmente lo que llama “la prueba reina” de la inocencia de su defendido. “Preguntamos, ¿qué tienes para dar por ciertos los dichos de Jennifer y Mateo? No tengo nada, respondieron”, sintetizó.
El abogado nos aclaró que lo sucedido no es un desistimiento de la PGR. Éste puede darse y acelerar la salida de los militares. Sería lo óptimo. Por lo pronto va a solicitar el cierre de instrucción, es decir, que el caso se vaya a sentencia. En este segundo escenario, la liberación podría tardar meses.
La ex procuradora Morales debe una explicación.
Y todavía falta el caso Florence Cassez, sentenciada a 60 años de cárcel por secuestro, que hoy discute la SCJN. Los momios favorecen a la francesa. Nos adelantan que la Corte pedirá que se anulen los testimonios que la llevaron al encierro en 2005. No se le respetó su debido proceso. Dos a uno a que acaban liberándola. Las relaciones con el gobierno socialista de Francia son hoy muy buenas.
■ Peña Nieto comió ayer con los senadores del PRI y del PVEM. Fue una reunión de acercamiento. Nada más. “No hubo misa negra”, resumió el legislador de Chihuahua, Patricio Martínez.
A la hora de los discursos le abrieron la puerta del Salón del hotel Hyatt —otrora Nikko— a los reporteros. El Niño Verde estaba programado para hablar. No quiso hacerlo. Pareciera que no tiene nada que decir. Le cedió la palabra, “por cortesía”, a Emilio Gamboa. El discurso del coordinador del PRI fue muy clásico. Salpicado de elogios al primer mandatario.
Gamboa, sin embargo, arrancó un murmullo en el salón cuando dijo que a 53 días del inicio de su administración “parece que ya son como dos años”. Peña salió al quite, pero distraídamente. Lo llamó “el senador Beltrones”. El Presidente se dio cuenta de la confusión. “Me quedé en la anterior legislatura”, justificó.
Luego manifestó su convicción de que el coordinador del PRI transformó 53 días en dos años por los múltiples avances que se registraron en el primer periodo de sesiones de la presente legislatura. Ya encarrerado, Peña mencionó algunas de las iniciativas que espera que sean aprobadas en el periodo en puerta: la Comisión Nacional Anticorrupción, la reforma energética y La Ley de Telecomunicaciones. Varios de estos temas, dijo, derivan del acuerdo suscrito en el Pacto por México, el cual acredita la voluntad de las fuerzas políticas por lograr un clima de civilidad política.
■ Mientras en el DF se destacaba el clima de civilidad entre diferentes, en Tijuana, donde los diputados del PAN celebran su plenaria, se elevaron voces para pedir que se replanteen las relaciones con el gobierno federal. Una de ellas fue la de Homero Niño de Rivera, quien advirtió: “Independientemente del Pacto, que vamos a acompañar, nos estamos desdibujando como oposición”.
Las quejas en ese sentido no fueron pocas, según el propioHomero. Las escucharon Santiago Creel, Juan Molinar, Marco Adame y Alejandro Zapata, integrantes del Consejo Rector del Pacto. Madero ni vio ni escuchó a los inconformes. Llega hoy a Tijuana.
■ El que cada vez está más enfadado es el gobierno de Azerbaiyán. El presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF,Manuel Granados, presenta hoy un punto de acuerdo para apoyar la decisión de retirar la estatua del ya famosísimo Haydar Aliyev, ex mandatario de ese país, del Parque de la Amistad de Reforma.
■ Uno que sí está contento es el senador guanajuatense del PRI,Miguel Ángel Chico. Lo acaban de nombrar delegado del PRI en Quintana Roo.
Francisco Garfias
Excélsior

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