México, 20 de noviembre (Excelsior).- De un lado y otro niegan que haya confrontación. Pero el sospechosismo en el gabinete de seguridad saliente está a todo lo que da alrededor del caso Tres Marías. Argumentos opuestos.
En la SSP federal no falta quien nos asegure que la conferencia de prensa de la subprocuradora Victoria Pacheco Jiménez, sobre Tres Marías, tiene como objetivo distraer la salida de Cuitláhuac Salinas de la SEIDO, después de que fue detenido, en octubre, Manuel Ayala, colaborador del ex titular de esa institución. “Ayala, al igual que Cuitláhuac, son muy cercanos a la procuradora (Marisela Morales) desde hace muchos años”, aseveran. Los federales manifiestan indignación por el giro que tomaron las cosas. “Para la PGR es más importante un vehículo diplomático balaceado que los miles de mexicanos muertos en los que no muestran ningún interés. Su única prioridad es el caso Tres Marías”, aseveran.
La PGR arreció las hostilidades con la conferencia de prensa de la subprocuradora de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo, Victoria Pacheco Jiménez, en la que acusó a cinco mandos federales de haber instruido a los agentes que participaron en la famosa balacera contra el vehículo diplomático en el que viajaban dos empleados de la embajada de Estados Unidos y un marino mexicano.
Hay 14 agentes que fueron consignados por el delito de homicidio en caso de tentativa, daño en propiedad ajena y otros. Cuatro de los mandos mencionados están amparados. Uno más, Juan Manuel Pacheco, salió bajo fianza. Los chicos de Marisela juran, eso sí, que no hay nada personal contra García Luna. Ni rivalidades ni revancha ni deseos de perjudicarlo. “Lo que hay son hechos. Un expediente de 25 mil 574 fojas. Pruebas sustentadas. Jueces que las avalan”. Por lo menos, subrayan en tono de consuelo, en la Policía Federal ya reconocieron que fue un acto de “absoluta irresponsabilidad”.
La tarde de ayer hablamos con Maribel Cervantes, comisionada de la Policía Federal. Ella nos dio la versión oficial. Nada qué ver con lo arriba escrito. Admite que la balacera —se dispararon más de 152 tiros contra la camioneta Toyota Cruiser en la que viajaban— “fue una estupidez”. “Alguien empezó a disparar. Siguieron los demás. No hicieron caso del protocolo del uso de la fuerza. Un acto absolutamente irresponsable”, puntualizó. Los federales no admiten que fue una emboscada de policías coludidos con el narcotráfico, como se llegó a sostener en Estados Unidos. Esa tesis se cayó. La propia subprocuradora Pacheco lo hizo patente en la conferencia. “No tenemos esa investigación”, dijo. Uno de los secuestrados es un funcionario del INAH. El otro prefirió el anonimato. “No presentaron denuncia. Ninguno de los dos querían saber nada”, recalcó la comisionada. El secuestro es un delito del fuero común. La PGR dice que no se solicitó formalmente su intervención. La Policía Federal, sin embargo, participa actualmente en el esclarecimiento de 30 secuestros. “Hemos liberado más de cinco mil víctimas”, asevera Cervantes.
Uno de los reproches que le hace la PGR a los federales es que se tardaron un mes en entregar la camioneta. La comisionada explica: “No es que nos hayamos querido tardar un mes. Es que la estábamos buscando también”. Destacó que la Policía Federal nunca tomó el control del lugar de los hechos. Éste fue asegurado por la Marina hasta que llegó la PGR.
López Obrador no será formalmente el presidente del partido Morena. Va a encabezar, eso sí, el Consejo Nacional de ese partido. El diputado Ricardo Monreal, uno de los hombres más cercanos al Peje, nos dio varios nombres de los posibles presidentes de la nueva agrupación política. Citó a Claudia Sheinbaum, Martí Batres, Octavio Romero, Clara Brugada y Raquel Sosa (la del alboroto en la UACM). Hoy se elige al Comité Ejecutivo Nacional. Monreal no va a renunciar a la coordinación el grupo Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados. En los documentos básicos de Morena quedó establecido que pueden permanecer en sus cargos hasta que se convierta en partido político. Martí Batres ya renunció al PRD, pero manifestó su intención de mantenerse en la bancada amarilla. Se lo comentó a Alonso Raya. El vicecoordinador de los diputados amarillos tomó nota, pero dejó entrever su inconformidad. “Tengo que preguntarle al grupo si lo acepta. Las cosas no son así como así…”, dijo.
Una interrogante que de plano no le gustó fue la de si iba a haber desbandada en el grupo parlamentario con la creación de Morena. “Todos preguntan lo mismo. Quieren que el toro nos cornee”. Raya, por lo demás, nos dijo que Andrés Manuel “se autoengaña o lo engañan”, cuando dice que en Morena no habrá politiquería, individualismo, oportunismo, nepotismo, amiguismo, influyentismo, sectarismo, clientelismo.
Sin mencionarlos específicamente, estuvo de acuerdo en que, en algunas entidades de la República, el movimiento Morena se integró “con los más centaveros…” ¡Bolas..!
Francisco Garfias
Opinión
Excelsior
