Empezar de cero, María Santos y nuestra derrota colectiva

México, 19 de noviembre (Milenio Diario).- El sábado, en Duda Razonable, argumenté mis dudas sobre esta costumbre tan mexicana y originalmente tan priista de reinventar el país cada seis años. En algo me equivoqué, sí hay una institución que hay que reconstruir, en donde hay que empezar de cero, reinventarlo todo.

La Procuraduría General de la República no sirve, en su estado actual, para nada. Podríamos cargarle la mano a la procuradora actual, la señora Marisela Morales, pero sería injusto. El camino al desastre, el deterioro ha sido largo y sostenido. Podríamos tal vez ubicar su inicio en tiempos de Ernesto Zedillo. Tiempos de Chapa Bezanilla, La Paca, la osamenta, el segundo tirador, Othón Cortez.

Esta es la misma procuraduría cuyo trabajo de investigación y litigio sobre la masacre de Acteal fue vapuleado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que probó mentiras, inventos, conductas de los fiscales muy similares a delitos.

La procuraduría incapaz de presentar ante un juez, durante el sexenio de Vicente Fox, un solo “pez grande”, para usar el lenguaje de aquel sexenio. Es —vergonzosamente— la procuraduría que se dejó utilizar por Fox para armar el caso del desafuero contra López Obrador.

Es la procuraduría que este sexenio se empeñó en encarcelar a dos indígenas queretanas, Teresa y Alberta, por supuestamente haber “secuestrado” a unos afis. Esta es la procuraduría que se ha entretenido más en investigarse a sí misma y a sus funcionarios, que en encarcelar a delincuentes. Es la procuraduría a la que Sandra Ávila Beltrán le ha ganado todos sus procesos; es la procuraduría en que el titular de la SEIDO no puede acompañar quince días más a su jefa. Es la procuraduría que, según sus propios documentos, reseñados aquí hace unas semanas, no es capaz de obtener sentencias por homicidio en un país lleno de muertos.

Sí.

Es hora de empezar de cero. Cambiar el nombre, cambiar su naturaleza, su personal, su forma de funcionamiento.

No sirve de nada.

Ya veremos cómo resulta la reforma administrativa que pondrá a la Policía Federal bajo el control de la Secretaría de Gobernación. Pero si Peña Nieto y los suyos creen que pueden lograr algún resultado sin una reforma profunda de la institución encargada de procurar justicia, se van a llevar una sorpresa, una mala sorpresa.

DERROTADOS

María Santos Gorrostieta Salazar estaba sentenciada. Dos intentos contra su vida no fueron suficientes para que algún mecanismo se activara, para que el gobierno, los gobiernos o los ciudadanos o alguien hiciera algo para que no terminara muerta.

El asesinato de la doctora de 36 años, ex alcaldesa michoacana, es la prueba incontrovertible, no solo de la derrota de Calderón, sino del gobierno de Michoacán, las instituciones policiacas, organizaciones ciudadanas. Es nuestra derrota colectiva ante el crimen, frente al horror.

Carlos Puig

Duda Razonable

Opinión

Milenio Diario

 

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