México, 21 de julio.- Por lo menos tres comandantes de la 30 zona militar con cuartel en Villahermosa presenciaron cómo las autoridades tabasqueñas presidida en sus inicios por Adán Augusto López Hernández, se relacionaron por medio del secretario de seguridad pública con la delincuencia organizada. El anunció de la orden de aprehensión contra Hernán Bermúdez Requena, fichado por la inteligencia militar desde antes de su nombramiento al frente de la seguridad en Tabasco, destapó la cloaca que puntualmente el Ejército había monitoreado y reportado a las máximas autoridades civiles del país.

Cuando en septiembre del 2019 el General de Brigada Pedro Escalera Cobián entregó el mando de la comandancia de la 30 zona militar en Villahermosa, Tabasco a su colega el General José Fausto Torres Sánchez, uno de los informes que los equipos de inteligencia militar de la zona habían elaborado era sobre la corrupción en la policía del estado y la estructura criminal paralela incrustada en las policías municipales que se afianzaba con la llegada meses atrás a la gubernatura del ex priista reconvertido en morenista Adán Augusto López Hernández.
El General Torres Sánchez interactuó en contadas ocasiones en los tres meses posteriores a su llegada a Villahermosa con Ángel Mario Balcázar Martínez, un notario público que estuvo cinco meses como secretario de seguridad pública de Tabasco y quien fue separado de su cargo en diciembre del 2019 cuando Hernán Bermúdez Requena lo relevó por órdenes del gobernador López Hernández.
Los antecedentes delictivos de Bermúdez Requena en los archivos de inteligencia datan de finales de los años 80 cuando era agente de la entonces Policía Judicial del Distrito Federal y tiempo después agente del Ministerio Público en la Procuraduría General de la República. Dos momentos en su carrera lo vinculan con sus primeros contactos con la delincuencia, el primero como director de seguridad pública en Tabasco y después en la segunda mitad de la década de los años 90 como director del centro de readaptación social donde trabó amistad con el entonces subsecretario de gobierno Adán Augusto López. Su paso como delegado de seguridad pública en Tamaulipas donde hizo contacto con el Cartel del Golfo, le sirvió como plataforma para introducir drogas a bares y discotecas en la capital tabasqueña. Un informe publicado por Excélsior el pasado viernes 18 de julio sobre el hoy exjefe policiaco prófugo de la justicia, señalaba que a través de Miguel Ángel Bosado Granier, quien tiempo después fue asesinado, hizo contacto con células delictivas que se introdujeron al sur de Veracruz en los límites con Tabasco. El informe sacó a relucir que fue detenido en 2006 por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada por su probable participación en el asesinato del líder ganadero veracruzano Ponciano Vázquez Lagunes y cuatro personas mas. El caso se relacionaba con otro crimen, el del alcalde de Huimanguillo, Tabasco, Walter Herrera Ramírez, un asesinato que quedó sin aclarar y donde el Bermúdez Requena aparecía en las líneas de investigación.
Con estos antecedentes durante el año 2020 con Adán Augusto López en la gubernatura de Tabasco, Bermúdez Requena estableció un grupo criminal que se le conoció como “la Barredora” donde los principales mandos eran comandantes de policía y expolicías vinculados al crimen organizado. Todo esto estaba siendo monitoreado y documentado por el Centro Regional de Fusión de Inteligencia del Sureste (CERFI) y por la inteligencia militar de la zona.
EL BLINDAJE DE ADÁN
El General Cristóbal Lozano Mosqueda asumió el mando de la 30 zona militar en los primeros días diciembre del 2021, tres meses después de que Adán Augusto pidiera licencia para irse de secretario de Gobernación con Andrés Manuel López Obrador, cuando Tabasco ya estaba marcado por el auge del robo de combustible, tráfico de indocumentados, trata de personas, y un aumento desmesurado del tráfico de drogas y alza de homicidios en un 83 por ciento que no tenían comparación con otras entidades del sureste en tan poco tiempo, pese a su condición fronteriza.
El General Lozano Mosqueda realizó un trabajo donde corroboró que la policía estatal preventiva poco hacía por combatir los altos índices delictivos, y era renuente para coordinarse con las fuerzas federales y sacar con éxito los operativos. El gobernador sustituto Carlos Manuel Merino Campos, quedó como mero testigo del empoderamiento de “la Barredora” que junto con células del autodenominado Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), se hicieron con el control de las extorsiones, robo y tráfico de combustible, narcomenudeo y tráfico de indocumentados y mujeres con fines de explotación sexual. La zona de operación ubicada por la inteligencia militar era el corredor Villahermosa, Cárdenas, Huimanguillo y Comalcalco.
Lozano Mosqueda informó a su superior al frente de la comandancia de la séptima región militar con sede en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, de todo lo que ocurría con los jefes policiacos tabasqueños encabezados por Bermúdez Requena. Los mandos militares, guardando la disciplina y las formas, no mencionan en los informes al gobernador con licencia ni al interino, pero quedan perfilados por la forma como actuó Bermúdez Requena, militante de Morena, que gozó del blindaje político mientras estuvo en el cargo.
Lozano Mosqueda dejó la comandancia de la 30 zona militar en febrero del 2023 y fue relevado por el General de Brigada Héctor Francisco Morán González. Hoy día como comandante de la X región militar con jurisdicción en Campeche, Yucatán y Quintana Roo, Lozano Mosqueda se colocó en la antesala para ascender a General de División en noviembre próximo.
Con el General Morán González al mando de las tropas de la 30 zona militar, Bermúdez Requena comenzó a tener problemas con sus operaciones y varios de sus socios en las organizaciones criminales comenzaron a acusarlo de “traidor”.
Sobre todo, después de que comenzaron a conocerse los informes de inteligencia militar que en octubre del 2023 fueron hackeados por el colectivo Guacamaya en los correos electrónicos de la Defensa Nacional. Ahí aparecían operadores de la policía estatal, como José del Carmen Castillo, comisionado de la Policía Estatal conocido como “la Rana”, y Leonardo Arturo Leyva Ávalos, director general de la corporación a quien le dicen “el León”. Ambos aparecen junto a Felipe Mollinedo Montiel, un líder local de la Barredora, subordinado de Bermúdez Requena, a quien se perfiló de esta forma:
Mollinedo dirige y participa con “una célula encargada de realizar perforaciones en la Red Nacional de Ductos de Pemex, para la instalación de tomas clandestinas, con la finalidad de sustraer ilegalmente hidrocarburos, con fines de almacenamiento, distribución y comercialización, ocultándolo en bodegas para evitar su ubicación y aseguramiento por parte de las autoridades competentes. Coordina una célula de sicarios dedicada a generar violencia en su zona de operación, realizando privaciones ilegales de la libertad y ejecuciones en contra de grupos antagónicos, elementos de las fuerzas federales que no acepten colaborar con el grupo delictivo y sociedad en general. Responsable de persuadir y cooptar a elementos de instituciones de seguridad del ámbito federal, estatal y municipal, con el objeto de conformar y/o ampliar una red de “protección institucional” que beneficie a la organización, lo cual les facilitaría evitar ser localizados o detenidos durante los operativos implementados en su contra”.
PULSO MILITAR
En octubre del 2023, cuando Javier May Rodríguez asumió la gubernatura de Tabasco, la entidad atravesaba uno de los periodos más altos de asesinatos debido a la ruptura entre los antiguos socios de “la Barredora” con las células que actúan como franquicias del CJNG. Los órganos de búsqueda de información de la zona militar, detectaron que la “rebelión” estaba motivada por una “traición” de Bermúdez Requena, quien estaba en la mira de las autoridades federales pese a contar con la protección política del senador Adán Augusto López, quien había sido nombrado líder de la mayoría morenista en la Cámara Alta.
Persecuciones, balaceras, paralizaron Villahermosa en diciembre del 2023, la disputa se extendió a los penales de Huimanguillo y Villahermosa, donde hubo motines que dejaron dos personas muertas. En ese contexto en los meses previos aparecieron mantas acusando a mandos militares de estar coludidos con uno de los bandos confrontados. La respuesta no se hizo esperar, en noviembre durante una conferencia de prensa del gobernador Javier May, le preguntaron al gobernador sobre los mensajes dejados en lugares públicos. El mandatario decía que su gobierno no iba a pactar con el crimen organizado cuando se le cuestionó sobre las acusaciones al general Morán González quien estaba ahí presente.
El General interrumpió de forma sorpresiva la respuesta del mandatario para responder que él no se prestaría a darle voz a un “delincuente cobarde”.
“Espérame, antes que termines, no me voy a prestar a un juego, no le voy a dar vínculo, ni voz a un delincuente y a un cobarde, el que me conoce sabe perfectamente la calidad de persona, de honestidad y de honradez que priva en esta comandancia de zona, con la Secretaría de Seguridad Pública y con todos los funcionarios que estamos aquí, ¡tengo toda una vida entregada al servicio público! Toda una vida y no le voy a dar voz a un cobarde, si ustedes quieren, únanse a los cobardes”, respondió el General.
Morán González sabía de quién se trataba y los intereses detrás de esa campaña de propaganda en su contra. Con Bermúdez Requena defenestrado pero con la protección política aún vigente, fue firme en su respuesta sobre el origen de aquellos ataques.
En febrero pasado fue enviado de comandante de la 21 zona militar a Morelia y en su lugar al frente de la 30 zona militar fue designado el General de Brigada Miguel Ángel López Martínez, ex comandante de la 29 zona militar en Minatitlán, Veracruz.
El General López Martínez dio la nota el sábado 12 de julio cuando anunció en un programa de radio en Villahermosa, que Bermúdez Requena y otros exmandos policiacos y varios líderes de “la Barredora” tenían orden de aprehensión. El dato extra fue que el protegido de Adán Augusto se había dado a la fuga fuera del país vía Mérida hacia Panamá.
Juan Veledíaz / @velediaz424 / EstadoMayor.mx
