Ciudad de México, 27 de febrero.- En medio de un conflicto bélico que, de acuerdo a expertos entrevistados en la cadena de televisión rusa RT , ha alcanzado los niveles de máxima alerta desde la crisis de misiles de Cuba de 1962, un avión militar de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) sobrevolará el espacio aéreo de varias naciones, la Unión Europea para aterrizar en Rumania, país colindante con Ucrania, y repatriar a mexicanos. Un vuelo que tendría muchas menos complicaciones internacionales, desde la solicitud de permisos de vuelo y escalas para el reabastecimiento, si en vez de ser un avión militar, se tratará del avión presidencial, un avión civil propiedad del gobierno mexicano.
El Boeing 737 de la FAM con matrícula 3528 que despegó esta mañana, domingo 27 de febrero, de territorio mexicano, hará un vuelo con una duración de más de 24 horas antes de llegar a Rumania. Días previos al inicio de las hostilidades en Ucrania, la embajada de México coordinó la salida de connacionales de ese país. Sin embargo, varios optaron por permanecer, incluso en las actuales zonas de combate. El viernes 25 de febrero, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, informó en su cuenta de twitter del envío de un avión de la FAM para repatriar familias mexicanas evacuadas desde Ucrania.
La presidente de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, anunció al mediodía de este domingo 27, el cierre del espacio aéreo europeo para toda aeronave controlada, registrada o de propiedad rusa. Todo avión ruso, así sea privado, no podrá aterrizar, despegar o sobrevolar ninguna nación de la Unión Europea.
Horas antes, durante la madrugada en América, el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó activar en “alerta especial” las armas nucleares de su ejército. De acuerdo a información de medios internacionales, el presidente Putin giró esta orden en respuesta a “acciones no amistosas” de los países de occidente y de la OTAN, entre las que se encuentran restricciones y sanciones económicas.
La activación las armas rusas incluyen sus misiles intercontinentales, los sistema de defensa antimisil, bombarderos de largo alcance, submarinos, embarcaciones y aviones que pueden equiparse con armas convencionales de gran impacto.
Aviones de combate de la fuerza aérea inglesa patrullan constantemente los cielos de Polonia y Rumania, a menos de 100 kilómetros de la frontera con Rusia. Lo mismo ocurre del otro lado de la frontera pero con aviones de combate rusos. Polonia y Rumania son países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), organización que incluye 30 países entre ellos a los Estados Unidos de América y el Reino Unido así como 20 de los 27 países miembros de la Unión Europea. La finalidad de la OTAN es la defensa conjunta si uno de sus miembros sufre una agresión armada.
Justo en el centro de lo que aún es una situación sumamente delicada para la diplomacia y las organizaciones internacionales de cooperación y política exterior, el gobierno mexicano envía un avión militar a una nación vecina a la zona de conflicto. Al mando de la aeronave, el grado máximo de operación, un coronel de la Fuerza Aérea Mexicana, dos tripulaciones para poder alternar y descansar durante la larga travesía, además de otros elementos de las Fuerzas Armadas, “equipo de apoyo humanitario”.
Independiente de las cuestiones políticas, motivaciones y razones para no utilizar el avión designado como Transporte Presidencial (de ahí sus siglas, “TP”) por parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador, varios expertos y fuentes consultadas por EstadoMayor.mx , concuerdan que sería mucho más simple esta operación quirúrgica, tanto de diplomacia como de destreza aérea, si se tratara de una aeronave civil con el sello diplomático del gobierno de los Estados Unidos Mexicanos que un avión militar de la Fuerza Aérea Mexicana.
Casi 3 días será el tiempo total del primer vuelo para repatriar a mexicanos. Lo que va en paralelo a la espera para el cruce fronterizo de Ucrania a las naciones colindantes, una espera que demora de 20 hasta 72 horas. Las fuerzas de seguridad encargadas del resguardo de los cruces fronterizos aún en funcionamiento, no permiten la salida de varones ucranianos que tengan entre 18 y 60 años, situación que complica más el cruce las familias mexicanas, al tener que demostrar su nacionalidad.
Tan impráctico resulta un avión presidencial con excesos tales que incluso multimillonarios del mundo no han querido adquirir, como una cama king size en su interior y la reducción a tan sólo 80 pasajeros de los 250 posibles, como la falta de un avión oficial eficiente y práctico, con autonomía transatlántica.
Redacción / EstadoMayor.mx