Las fosas a mitad del camino

Fosas La Barca. Foto: EspecialA principios de junio pasado esta página web registró que algo desconcertante ocurría en los municipios donde colinda Michoacán con Jalisco. Demasiados asesinatos, enfrentamientos y “desapariciones” donde los protagonistas eran los policías municipales. Tuvieron que “desaparecer” dos agentes federales en la zona para que detuvieran a los agentes del municipio de Vista Hermosa, y entonces se conociera el tamaño del horror. Hasta el pasado fin de semana, iban 67 cuerpos hallados en fosas clandestinas en esta región del país. Días después se hacía oficial la construcción de dos nuevos cuarteles militares en esa zona.

México, 2 de diciembre.- La pista eran los policías, los agentes que integraban las corporaciones de municipios como Briseñas, Tanhuato, Vista Hermosa y Venustiano Carranza del lado michoacano, y del lado de Jalisco, Sahuayo y la Barca. Desde hace meses agentes de inteligencia militar adscritos a la quinta región con cuartel en Guadalajara, sabían que ahí estaba la clave para ubicar las piezas en las disputas entre el denominado Cartel de Jalisco Nueva Generación y sus enemigos, los llamados Caballeros Templarios.

Cuando en junio de este año esta página web publicó un reportaje de la zona (Jalisco a fuego lento http://estadomayor.mx/?p=28225), se hizo con base en los reportes que señalaban que en esa región algo ocurriría en los meses siguientes. Y no pasó mucho tiempo para que la información de nuestras fuentes se corroborara. No era un secreto que desde finales del año pasado, las corporaciones policiacas municipales de las comunidades donde hacen frontera Michoacán con Jalisco vivían una disputa que se había saldado entre Navidad y Año Nuevo con varios agentes muertos. Tampoco que era la ruta de entrada y salida de pistoleros al servicio de los Templarios, quienes se refugiaban en las montañas de Jalisco. Tuvo que ocurrir la desaparición de dos agentes federales a principios de noviembre pasado en esa zona, para que la caldera que ahí se encontraba explotara.

Horas después de que el ejército se hiciera con el control de los caminos y desarmara a la policía municipal del puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, unidades del ejército tomaron la base de la corporación del municipio de Vista Hermosa. Detuvieron a 22 policías municipales e interrogaron a otros más para corroborar los informes que tenían. En los días siguientes, agentes federales, peritos forenses e investigadores de la procuraduría de Jalisco comenzaron a excavar en varios predios aledaños al río Lerma, dentro del municipio de La Barca.

No pasó mucho tiempo para que comenzaran a aparecer cadáveres, eran grupos de osamentas las cuales tenían varias semanas, en algunos casos meses, de haber muerto. La mayoría de ellas, de acuerdo a los reportes que se han dado a conocer por las autoridades, presentaban disparos de arma de fuego lo que hace presumir que fueron asesinados a mansalva por sus captores.

¿Rebasarán los 100 cadáveres las fosas?

En diciembre pasado y enero de este año la región donde hacen colindancia ambos estados, entró en una espiral de violencia que dejó en un par de semanas al menos 44 asesinatos. El recuento de las autoridades dado a conocer en esos días refería que habían sido 38 del lado de Jalisco y seis del lado michoacano. Hubo un dato que llamó la atención, en esos choques en los municipios de Pinhuamo, Ayotlán y Briseñas, 12 de los muertos eran policías municipales de estos sitios.

No era desconocido que la primera línea de los grupos de la delincuencia organizada estaba en las corporaciones municipales, son sus operadores, quienes se encargan de asesinar, “secuestrar” y en algunos casos cobrar lo que sus jefes regionales les ordenan. Esa era la premisa sobre la que los agentes de inteligencia militar trabajaban. No había “secretos” pues la población de la región sabía que las policías “estaban metidas” con alguno de los bandos criminales que se disputaban la zona.

Cuando comenzaron las investigaciones sobre el paradero de los dos agentes federales que “desaparecieron” el 3 de noviembre pasado, en una carretera cercana a Vista Hermosa, la información que proporcionaron los policías municipales detenidos era que en esos predios de La Barca, se habían cavado varias fosas clandestinas donde el autodenominado Cartel de Jalisco Nueva Generación, arrojaba y sepultaba los cuerpos de sus víctimas desde mucho tiempo atrás.

Hasta el pasado domingo 1 de diciembre la cifra de cuerpos hallados en el predio El Rincón, donde se excavaron varias zonas, ascendía a 67, según informes de la Procuraduría General de la República, cuyos agentes encabezan el operativo. Una estimación hecha con base en las declaraciones de los detenidos, y dada a conocer durante el fin de semana por la prensa de la ciudad de México, consideró que en el lugar podría haber al menos 100 cuerpos enterrados, si se suman los que ya han sido exhumados.

La cifra de 67 cuerpos hallados en este predio de La Barca, se coloca solo por debajo de los 210 cuerpos que en 52 fosas se localizaron en los últimos dos años en San Fernando, Tamaulipas, según un reporte de la secretaría de la Defensa Nacional dado a conocer vía el IFAI hace unos días. En tercer sitio se encuentra el municipio veracruzano de San Julián, donde entre 2011 y 2013 se encontraron 65 cuerpos en fosas clandestinas.

Nuevos cuarteles entre Michoacán y Jalisco

La distancia entre Coalcomán, Michoacán y Tecalitlán, Jalisco, es de menos de 15 minutos en línea recta vía aérea. Ambos municipios los separa una zona serrana que será el área de operaciones de las unidades militares que se establecerán en octubre del año entrante cuando se tiene contemplado inaugurar las instalaciones castrenses cuya primera piedra colocó el secretario de la Defensa Nacional la semana pasada.

En Tacalitlán, Jalisco, acompañado del gobernador priista Aristóteles Sandoval, el general Salvador Cienfuegos Zepeda reconoció que en ese sitio debería de haber existido una base del ejército desde hace mucho tiempo, por lo que descartó que sea coyuntural el arranque de su edificación sobre una superficie que abarcará las 53 hectáreas. El general secretario rechazó comentar la situación que se vive en la zona limítrofe de ambos estados, solo se limitó a comentar que la presencia del ejército buscará inhibir las actividades criminales en la región.

“Debemos pensar hacia adelante. Este cuartel debió de haberse hecho aquí desde hace muchos años, no apenas. Ahora se dan las condiciones con el apoyo del gobernador (Aristóteles Sandoval) y la disposición del señor presidente para que le entremos y ya estamos cumpliendo la palabra en lo que quedamos. No es coyuntural el asunto, es un lugar donde deberíamos haber estado desde hace mucho tiempo”, dijo.

Horas antes también el pasado viernes 29, el general Cienfuegos acompañado del gobernador Fausto Vallejo arribó a Coalcomán. La visita a esta comunidad de la Tierra Caliente michoacana fue para encabezar la ceremonia de la colocación de la primera piedra de lo que será la sede de un batallón de infantería que pasará a depender de la 43 zona militar que tiene su cuartel en Apatzingán. Durante la ceremonia se informó que las instalaciones se construirán dentro de un predio de 60 hectáreas, localizadas a las orillas del poblado, y será parte de un proyecto donde los militares estarán en mayor contacto con la población civil.

La puesta en marcha de la construcción de ambos cuarteles en la zona limítrofe de Michoacán y Jalisco se hizo horas después del arribo de un nuevo contingente militar a las instalaciones de la 43 zona militar en Apatzingán. El arribo de las tropas se hizo dos días después de que el poblado de Santiago Acahuato, perteneciente a éste municipio, fuera “tomado” por grupos de Autodefensa. También se dio tras la emboscada a fuerzas federales en la comunidad de Cuatro Caminos, donde presuntos miembros de la delincuencia organizada atacaron a tiros un convoy donde murieron dos policías federales y nueve más resultaron heridos.

El gobernador michoacano Fausto Vallejo declaró a los medios que la llegada de efectivos militares era para reforzar las medidas dictadas para contener los embates de la delincuencia organizada, además de poner un alto a la expansión de los grupos de autodefensa. Sus palabras llegaron horas después de que varios líderes de las policías comunitarias anunciaron la inminente “toma” del control de todo el municipio de Apatzingán, considerado el más importante de la Tierra Caliente, donde además tienen su base los llamados Caballeros Templarios.

Juan Veledíaz 

@velediaz424

Estado Mayor

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