Descalabro inmenso del Ejército en Tixtla

Los militares pretendían grabar un comercial. Foto: Proceso¿Se habrá enterado Salvador Cienfuegos, tiene el mando realmente?

México, 21 de octubre.- Un grupo de militares fue detenido el viernes 18 de octubre del 2013 por la población indignada en Tixtla, Guerrero, al pretender realizar un montaje de “rescate” para la grabación de un anuncio exaltando al Ejército.

Liberados horas después, con la intervención de las autoridades civiles, el jefe militar al mando tuvo que pronunciar una “disculpa pública”.

El incidente expresa una crisis interna de mando que no habíamos conocido.

Y, sobre todo, confirma que no existe una política de comunicación social ni el mínimo conocimiento sobre la realidad del país en altos mandos militares, ni tampoco coordinación entre la Sedena y las zonas militares.

Los jefes militares responsables de este bodrio, que abochorna al uniforme militar, son muchos.  Desde el comandante de la zona militar que no avisó sobre la realidad de la población, todavía inundada y donde sus pobladores no han recibido ayuda oficial, hasta la falta total de criterio de la gente de comunicación social que pensaron factible “recrear” un rescate militar a la manera de Genaro García Luna y Florence Cassez.

En una población de siete mil habitantes gobernada por el PRD donde hay guardias comunitarias…

Punto primero, inaceptable, es que las acciones militares en Guerrero no hayan sido filmadas en su momento. Y que cualquier “comercial” no se diseñe, precisamente a partir de estas grabaciones.

Es de una falta de sentido común inmenso.

Si es que estas acciones existieron. De otra manera es todavía más inaceptable.

La compañía de filmación contratada, de la que no se conoce el nombre, es del Estado de México… ¿Qué criterio se utilizó para darle este contrato de muchos miles de pesos?

¿Por qué filmar en Tixtla? ¿Fue idea de los camarógrafos, de la compañía de filmación contratada?  ¿Por qué poner a un grupo de militares bajo su mando, con instrucciones de hacer el papel de “tontos” actuando en rescates falsos bajo la mirada de ciudadanos indignados porque el agua sigue ahí?

En verdad que la suma de errores en inmensa.

¿Cómo explicar que viajaron con total autonomía, militares y camarógrafos, a una zona violenta, a un municipio gobernado por el PRD, con gran influencia de la Normal de Ayotzinapa?

Quienes trabajamos en el pasado en el ámbito de comunicación social para la Sedena sabemos que existen controles insalvables, que el criterio civil para una encomienda, libro o anuncio, debe pasar por un número inmenso de aprobaciones. Y que la cadena de mando coloca a los civiles al final, sin ninguna influencia sobre lo que se debe fotografiar o escribir.

¿Qué sucede ahora en la Sedena para que sea el criterio de un grupo de chavitos (por las fotos) con cámaras el que se convierta en orden superior? Para arrastrar al Ejército, en el menor de los casos, al ridículo.

Los militares fueron apresados. Estuvieron más de ocho horas prácticamente secuestrados. Se obligó a una disculpa pública. Tuvieron que intervenir autoridades del gobierno de Guerrero…

¿Cuántos arrestos se ordenaron por estos hechos?

Cadena de mando: Jefe de Estado Mayor de la Sedena, Director de Comunicación Social, Jefe de la Región Militar, Jefe de la Zona Militar… aquí hablamos de cuatro generales. Y después intervinieron equis número de coroneles, tenientes coroneles, mayores… que llevaron este equipo civil a Tixtla, el peor lugar para una filmación de este tipo.

Todo esto si nos atenemos a lo operativo.

Porque en el fondo de este desafortunado incidente está el fracaso de la participación militar en las operaciones de rescate durante los recientes huracanes. Al menos en Guerrero donde, ésta fue la percepción social, quienes estuvieron al mando fueron los civiles.

Emular a García Luna, con los pésimos resultados hasta en el ámbito legal, en sus afanes de convencer a la población de sus acciones, es lo peor que se le pudo ocurrir a alguien en la Sedena.

Con la poca flexibilidad castrense es hasta inoperante poner a “actuar” a soldados. Una puesta en escena del todo innecesaria, insisto. Grotesca e inmoral, contra la doctrina militar.

Y la pregunta más importante es: ¿Qué pensaba el general Salvador Cienfuegos al ordenar todo esto?O, todavía peor, si esta cadena de mando puede darse, en el error inmenso, sin su aprobación.

¿Tiene el General Salvador Cienfuegos todo el mando, todo el control, toda la información de lo que sucede en la Sedena?

Otra vez tenemos que preguntarnos en voz alta, porque ya es tema de interés nacional, si el General Salvador Cienfuegos no padece una enfermedad grave, cáncer de próstata en un etapa complicada, cuyo tratamiento le impide enterarse de lo que sucede “bajo su mando”.

Porque ahora fue un grupo de militares detenido por la población civil, que nunca debió de estar en Tixtla, que nunca debió de pagar a una empresa civil para realizar un “anuncio” basado en mentiras, pero no sabemos qué otras “órdenes” no están saliendo de su escritorio…

Isabel Arvide

@isabelarvide

Estado Mayor

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