México, 29 de abril.- El pasado 17 de abril, se vivieron minutos de tensión en Belice, esto, por el primer secuestro de una aeronave en ese país, el perpetrador fue un hombre de nacionalidad estadounidense, quien logró apoderarse por breves instantes de una avioneta propiedad de Tropic Air Flight.

Las autoridades beliceñas dieron a conocer que en esta pequeña avioneta había otras 15 personas, donde uno de los pasajeros logró herir de un balazo al norteamericano, quien finalmente terminó muerto.
En entrevista con medios locales, el comisionado de la Policía de dicho país, Chester Williams, dio a conocer que el atacante antes de apoderarse del manejo de la aeronave lesionó con un cuchillo a dos usuarios y al piloto.
Y fue precisamente que uno de los heridos sacó una pistola que llevaba guardada y disparó contra el secuestrador ocasionándole la muerte; al aterrizar mostró una identificación que lo acreditaba para el uso del arma y, esta, fue entregada a las autoridades policiales.
Tras las exhaustivas investigaciones se supo que el agresor era un veterano del ejército de los Estados Unidos, identificado bajo el nombre de Akinyela Sawa Taylor, de quien hasta ahora solo se sabe que al estar enloquecido quiso tomar el control para regresar a su país.
La avioneta, tipo Cessna Caravan, con matrícula V3HIG iba de Corozal a San Pedro, dos localidades turísticas que se sitúan al norte de Belice, la cual después de casi dos horas de nerviosismo aterrizó en el aeropuerto internacional de la capital del país donde los pasajeros fueron atendidos por personal médico, ya que varios de ellos presentaban cuadros de crisis nerviosa.

Secuestros de aviones en México
Era el año de 1972 y el estado norteño de Nuevo León, fue el escenario del secuestro de un avión Boeing 727 de la empresa Mexicana de Aviación. Fue justo en la mañana del 8 de noviembre, cuando tres integrantes de la Liga de Comunistas Armados, portando cuatro pistolas calibre .38 y, liderados por Germán Segovia Escobedo, tomaron la aeronave.
De acuerdo a los informes consultados por EstadoMayor.mx, iban a bordo más de 100 pasajeros en donde también viajaba el cónsul estadounidense y los hijos del entonces gobernador neoleonés Luis M. Farías.
Los secuestradores pedían 4 millones de pesos, armas, municiones y la libertad de presos políticos; sin embargo, la mayoría de los usuarios fueron liberados en suelo mexicano, pero el diplomático norteamericano y los hijos del gobernador norteño volaron con sus captores a Cuba, aterrizando en el aeropuerto José Martí.
Tras haber sido cumplidas algunas de sus exigencias, el avión retornó a México, con las personas que mantuvieron cautivas, aunque los secuestradores bajaron en Cuba y fue ahí que gozaron de protección por parte del gobierno, debido a que nunca fueron extraditados a nuestro país para ser procesados.
Transcurrieron 37 años para que se diera una situación similar, ya que el 3 septiembre de 2009, un predicador boliviano identificado como José Marc Flores Pereira, mejor conocido entre sus fieles como Josmar, pretendió tomar un avión de Aeroméxico.
Las alarmas se encendieron debido a que Josmar amagó con hacer explotar el avión que procedía de Cancún a la Ciudad de México, y que transportaba a 104 pasajeros.La d emanda no era más que solo poder hablar con el presidente de la época: Felipe Calderón Hinojosa. El motivo era para que le permitiera predicar la palabra de Dios. De acuerdo con los medios, este boliviano había tenido una relevación divina, en la que quería advertir a este exmandatario sobre un terremoto a gran escala en México.
Al aterrizar en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez”, ya lo esperaba un fuerte operativo de la extinta Policía Federal, cuyo personal subió a la aeronave para arrestarlo encontrándole dos latas de jugo rellenas de tierra, las cuales dijo eran las bombas que pretendió hacer estallar.
En tanto, otro hecho que fue noticia en varias partes del mundo se dio en diciembre de 2024, donde un pasajero del vuelo 3041 de Volaris, que cubría la ruta del Bajío a Tijuana, intentó desviar el avión mediante el uso de fuerza y amenazas a los demás usuarios, sobre todo, a la tripulación.
Lo señalado por la Guardia Nacional revela que este hombre identificado como “Mario N.”, había recibido una amenaza de muerte y, a su vez, el secuestro de un familiar, por lo que pretendió con sus agresiones que el piloto lo llevara hacia los Estados Unidos de América.
La aeronave ya había despegado del Aeropuerto del Bajío, en Silao, Guanajuato, pero ante este suceso las autoridades llevaron a cabo los protocolos adecuados para desviarla hacia Guadalajara. Al aterrizar en el aeropuerto tapatío “Miguel Hidalgo y Costilla”, fue amagado por pasajeros y tripulación, quienes lo entregaron a los guardias nacionales.
Rodrigo Alarcón / @tiburon_alarcon / EstadoMayor.mx